Descubre qué es realmente la crianza respetuosa: desmontamos mitos, analizamos su origen, cuestionamos su comercialización y compartimos ejemplos reales desde el vínculo, los límites y el respeto por los ritmos evolutivos.
🌱 Introducción
La crianza respetuosa ha sido tergiversada, romantizada y comercializada. Se confunde con permisividad, se caricaturiza en series y películas, y se vende como fórmula mágica en cursos exprés. Pero detrás de todo eso hay una verdad profunda, científica y emocional: criar con respeto es criar con límites, con presencia, con vínculo. Y es posible.
En casa lo vivimos cada día. Nuestra hija de dos años crece con normas claras, límites amorosos y un vínculo seguro. Respeta a los adultos, a sus compañeros, y también a nuestro perro, que ya vivía con nosotros antes de que ella naciera. Nunca le ha tirado de la cola, jamás lo ha invadido. Lo respeta porque ha aprendido a hacerlo desde el ejemplo. Cuando se cae, se autorregula: se limpia las manos, se da un beso, y sigue jugando. No necesita que exageremos ni que minimicemos. Solo que estemos. Y eso es crianza respetuosa.
📚 ¿Qué es realmente la crianza respetuosa?
La crianza respetuosa se basa en el respeto mutuo, la validación emocional y el acompañamiento afectivo. No es una moda, ni una técnica. Es una filosofía de vida que reconoce al niño como sujeto de derechos, con voz, emociones y dignidad.
Sus fundamentos incluyen:
Teoría del apego seguro (Bowlby, Ainsworth): el vínculo afectivo temprano es clave para el desarrollo emocional y social.
Disciplina positiva (Jane Nelsen): educar sin castigos ni gritos, pero con firmeza, empatía y límites claros.
Neurociencia del apego: el cerebro infantil se moldea en entornos seguros, predecibles y emocionalmente disponibles.
Muchos de estos mitos se perpetúan por desconocimiento o por cómo se representa la infancia en medios y redes. Pero la evidencia científica los desmonta uno por uno.
🎬 Ficción vs realidad
En la ficción, la crianza respetuosa suele aparecer distorsionada:
Padres que “no ponen límites”.
Niños que “mandan en casa”.
Caos emocional disfrazado de libertad.
Sin embargo, hay ejemplos positivos: Wonder, Mi vecino Totoro, This Is Us muestran vínculos empáticos, límites amorosos y respeto mutuo. Es hora de exigir representaciones más fieles y menos caricaturescas.
💸 La crianza respetuosa como negocio
Hoy en día, la crianza respetuosa se ha convertido en un nicho de mercado. Cursos, libros, influencers, gurús… muchos con buenas intenciones, pero otros con recetas simplificadas y sin rigor.
La crianza respetuosa no se aprende en un fin de semana. Requiere presencia, reflexión, y sobre todo, coherencia. Como dice Jane Nelsen:
La disciplina positiva enseña a los niños habilidades sociales y de vida de manera respetuosa y alentadora
🧭 ¿Qué sí es y qué no es crianza respetuosa?
Sí es:
Escucha activa
Límites claros y coherentes
Validación emocional
Acompañamiento afectivo
Respeto por el ritmo evolutivo
No es:
Permisividad sin contención
Ausencia de normas
Negación de la frustración
Infantilización emocional
Autoritarismo disfrazado de “guía firme”
🪶 Testimonio: criar con respeto, límites y vínculo
Nuestra hija tiene dos años. Tiene normas, límites, y un entorno emocionalmente seguro. Respeta a adultos, niños y animales. Se autorregula cuando se cae. No tiene rabietas. Y no porque sea “fácil”, sino porque ha crecido con apego seguro, sin invalidaciones ni exageraciones.
Respetamos sus ritmos. No la hemos forzado a andar, ni a dejar el pañal, ni a dormir sola. Ella nos ha guiado. Y lo ha hecho con una madurez que a veces pasa desapercibida: observa, reflexiona, juega con piñas y hojas, camina por el monte, come sola desde siempre. A veces nos pide que le demos, pero porque lo elige. Usa poco la silla, camina porque le gusta. Y cuando se cansa, va en brazos, en porteo, o en silla. Pero no porque se le infantilice, sino porque se le acompaña.
🧩 Ejemplos reales de crianza respetuosa
🛒 Rabieta en el supermercado
Lo de toda la vida: “¡Deja de llorar ya!”, “¡Te portas mal!”, “¡No te voy a comprar nada!”
Crianza respetuosa: “Sé que estás frustrada porque no podemos comprar eso. ¿Quieres ayudarme a elegir la fruta?”
¿Por qué? Validar la emoción no significa ceder. Significa enseñar que sentirse mal está bien, pero que hay formas de gestionarlo. Se cultiva la empatía, la autorregulación y la colaboración.
¿Qué se consigue? Un niño que se siente escuchado, que aprende a tolerar la frustración y que participa activamente.
¿Qué se evita? Humillación, desconexión emocional y patrones de obediencia por miedo.
🤕 Golpe entre niños
Lo de toda la vida: “¡Pide perdón ya!”, “¡Eso no se hace!”, “¡Vete al rincón!”
Crianza respetuosa: “Veo que te has enfadado. Vamos a hablar de lo que ha pasado. ¿Quieres decirle algo para que se sienta mejor?”
¿Por qué? Se enseña a reparar desde la conciencia, no desde la obligación. Se acompaña el conflicto, no se castiga.
¿Qué se consigue? Desarrollo de habilidades sociales, empatía, y capacidad de resolución.
¿Qué se evita? Reacciones defensivas, vergüenza, y desconexión emocional.
👕 Negarse a vestirse
Lo de toda la vida: “¡Te vistes ya o te quedas en casa!”, “¡Siempre igual contigo!”
Crianza respetuosa: “¿Prefieres esta camiseta o esta otra? Vamos a vestirnos juntos, sin prisas.”
¿Por qué? Ofrecer opciones da sensación de control sin perder el límite. Se respeta el ritmo sin perder el objetivo.
¿Qué se consigue? Cooperación, autonomía, y vínculo.
¿Qué se evita? Luchas de poder, estrés matutino, y resistencia crónica.
🌾 Criar con raíz, con respeto, con verdad
Criar con respeto no es criar sin límites. Es criar con conciencia. Con presencia. Con escucha. Es mirar a nuestros hijos como seres completos, no como proyectos que hay que acelerar. Es dejar de correr. De comparar. De exigirles que sean pequeños adultos mientras los infantilizamos en lo esencial.
Nuestra hija camina sola, come sola, observa el mundo con una madurez que no se mide en palabras ni pañales. Juega con hojas, con piñas, con silencios. Y cuando necesita brazos, los tiene. Porque criar con respeto no es soltar ni retener: es acompañar.
La crianza respetuosa no es una técnica. Es una postura ética. Una forma de estar en el mundo. Una forma de decirle al niño: “Te veo. Te escucho. Te acompaño. Y también te marco límites, porque te amo.”
📖 Bibliografía recomendada
Nelsen, J. Disciplina positiva
González, C. Bésame mucho
Bilbao, Á. El cerebro del niño
UNICEF Cuba. Crianza respetuosa
Triviño Burbano, M. Neurociencia del apego y relaciones familiares
Cortez Chagray, H. Influencia del apego seguro en el desarrollo psicoemocional
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